Mostrando entradas con la etiqueta 1984. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 1984. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de marzo de 2024

Algunas notas sobre Ghostbusters (1984) Cuarta Parte

 


Por Mazzu

Cuarta parte de esta serie sobre Los Cazafantasmas (1984); si pensaron que en la entrega anterior me había ido al pasto, esperen a leer esta…  (Ver Parte IParte II y Parte III)

 

Reitman hizo una película 100% neoyorquina (aunque muchos interiores hayan sido filmados en Los Ángeles). Lo primero que hace es mostrarnos marcadores geográficos de la ciudad (la Biblioteca Pública de N.Y., la Universidad de Columbia, la Quinta Avenida, etc.) para ubicarnos sin lugar a dudas en el lugar. Estos puntos de referencia son cruciales para conectar a los Cazafantasmas con el lugar y con la realidad. Decíamos en la segunda entrada, que la arquitectura juega un papel significativo en Ghostbusters y hablamos sobre el protagonismo de las estatuas. Ahora trataremos sobre otro protagonista sustancial: el edificio del 550 Central Park West, donde transcurren gran parte de los sucesos significativos de la película.

Retrocedamos a un punto antes de la aparición de Gozer en la terraza de dicho edificio. Walter Peck, del EPA, ordena arrestar a los Cazafantasmas a la vez que los espectros crean pánico en toda la ciudad. Mientras esperan en la cárcel, Spangler, Stantz, Venkman y Zeddemore reconocen que el edificio de Dana era un enorme superconductor diseñado y construido expresamente con el propósito de atraer y concentrar turbulencias espirituales. El alcalde (David Margulies) ordena la liberación de los Cazafantasmas de la cárcel. Tiene una conversación con ellos sobre el problema mientras Peck intenta contraatacar su historia. Al final de la discusión, Venkman se gana al alcalde, lo que les permite poner manos a la obra para evitar una posible catástrofe, dejando a Peck echando espuma por la boca.

 


¡Santas turbulencias espirituales!

 

Pero vamos a centrarnos en el diálogo que mantienen los Cazafantasmas cuando están encarcelados:

Spengler: La estructura de esta terraza es exactamente igual al rastreador telemétrico que la NASA utiliza para identificar pulsares muertos en el espacio profundo.

Stantz: Vigas remachadas con núcleos de selenio puro (…) ¡nunca nadie construyó nada semejante! El arquitecto era un genio desconocido o era un pelmazo auténtico…

Venkman: Ray, por un momento finge que no sé nada sobre metalurgia, ingeniería o física, y solo dime qué demonios está pasando.

Stantz: No estudiaste, ¿verdad?… El edificio completo es una enorme antena superconductora que fue diseñada y construida expresamente con el propósito de atraer y concentrar turbulencias espirituales. Tu novia vive en el Penthouse de la esquina de Central Espectro.

Spengler: (…) algo terrible está a punto de entrar en nuestro mundo, y este edificio es obviamente la puerta. El nombre del arquitecto era Ivo Shandor también era doctor, realizaba muchas cirugías innecesarias, y después de 1920 inició una sociedad secreta (…) “los Adoradores de Gozer”; después de la Primera Guerra Mundial, Shandor decidió que la sociedad estaba demasiado enferma para sobrevivir… ¡y no era el único, tenía casi mil seguidores cuando murió! Efectuaban rituales sobre la terraza; rituales extraños que pretendían simular el fin del mundo… ¡y ahora creo que está sucediendo realmente!”



Este diálogo es jugosísimo y deja mucha tela para cortar.

Como decíamos anteriormente, la ciudad de New York y su arquitectura también son protagonistas de la película. Pareciera haber una cuestión psicogeográfica en la trama. La idea de la psicogeografía fue desarrollada por la Internacional Situacionista y, Guy de Debord, uno de los principales teoristas de dicha organización, describe a la psicogeografía como “el estudio de los efectos específicos del entorno geográfico, conscientemente organizado o no, sobre las emociones y el comportamiento de los individuos” y, en términos generales, postula que ciertos entornos influyen en las emociones y el comportamiento de la gente. La película nos pasea por New York: primero por la Biblioteca Pública, la Universidad de Columbia, luego por el Central Park, etc. Vemos el lado copetudo de la ciudad, representado por el edificio del 550 Central Park West, y vemos el lado “bajo” de la ciudad, que es donde los Cazafantasmas alquilan un ex cuartel de bomberos, en un barrio que ya comienza a mostrar signos de una gentrificación incipiente de New York a comienzos/mediados de los 80s. Spengler dice que el vecindario “es como una zona desmilitarizada”



“¡Amo este lugar!”

La neoyorkinidad de la película se acentúa aún más cuando Louis, poseído por Vinz Clortho, recorre las calles y se topa con típicos personajes de New York de los 80s: artistas callejeros, cocheros de carruajes del Central Park, una “bag lady” revolviendo la basura, e incluso un policía que habla con Noo Yawk Accent. Esta es la parte psicogeográfica. Sin embargo, el edificio erigido como “una enorme antena superconductora diseñada y construida expresamente con el propósito de atraer y concentrar turbulencias espirituales” sobrepasa a la visión materialista de la psicogeografía, y nos interna de lleno en un terreno netamente ocultista. Aquí confluyen la psicogeografía y la teoría de las redes telúricas.

Con G de Gozer

Tanto en diferentes ramas del ocultismo, así como en la radiestesia e incluso en la ufología, se especula que las redes telúricas están formadas por líneas de energía geomagnética que convergen en numerosos nodos o vórtices a lo largo y lo ancho de la superficie del planeta. El autor y “conspirólogo” norteamericano Michael A. Hoffmann II, en la introducción del King-Kill/33° (obra de otro famoso conspirólogo, James Shelby Downard), escribe sobre el tema:

Las escuelas mistéricas tradicionales de Oriente y Occidente siempre han enseñado que el planeta, al igual que los seres humanos, tiene un cuerpo sutil y puntos sagrados especiales donde los chakras de Terra Mater derraman sus atributos únicos. Sin embargo, se ha prestado poca atención a la invocación de estas fuerzas mediante ubicaciones precisas y rituales geománticos al servicio del control mental y político.

Según la idea de las redes telúricas, estos vórtices o chakras ctónicos serían “lugares de poder”, “lugares sagrados” (y malditos también, claro), y – mediante las adecuadas técnicas correspondientes, los materiales indicados y la sensibilidad necesaria – ese poder concentrado podría ser utilizado e incluso podía ser direccionado. Así surge la noción de que esa es precisamente la función de los templos y otras estructuras erigidas en estos lugares “sagrados”. Según esta línea de pensamiento, tanto las pirámides, como Stonehenge o la Catedral de Notre Dame y otras construcciones monumentales habrían sido edificadas sobre estos “chakras telúricos” gracias a un conocimiento arcaico o bien ya perdido, o mantenido fuera del alcance de la plebe mediante la transmisión secreta dentro de “gremios de constructores”. Por esto los Masones siempre parecen ser el epicentro de todas las teorías conspirativas. Y si vamos a la biografía de Ivo Shandor, artífice de aquella “enorme antena superconductora para atraer y concentrar turbulencias espirituales”, vemos que era arquitecto y fundador de una sociedad secreta… la conjunción de arquitectura y sociedad secreta ¿a qué les suena?

¿G de Gozer?

 

En la entrada anterior hacíamos una comparación entre el sistema thelemita de Crowley, donde la unión de la Bestia y la Mujer Escarlata o Babalon provocan la llegada del Nuevo Eón, el Eón de Horus, el Niño Conquistador y la idea de Ghostbusters de que la unión entre Vinz Clortho y Zuul va a provocar la llegada de Gozer, y – por ende – una nueva era. Tenemos, también, que Gozer (en la mitología de la película) es una divinidad mesopotámica. Babilonia fue la ciudad más importante de la Mesopotamia desde el siglo XX a.C. hasta su caída a manos de Ciro el Grande en 539 a.C. El arquitecto Ivo Shandor, adorador de Gozer, le dio a la parte superior de su edificio la adecuada forma de un zigurat mesopotámico.

 


Heródoto de Halicarnaso, en sus Nueve Libros de la Historia, escribe sobre Babilonia y, en los fragmentos CLXXXI-CLXXXII, describe un zigurat:

Se ve fabricada una torre maciza que tiene un estadio [unos 20 metros] de altura y otro de ancho. Sobre esta se levanta otra segunda, después otra tercera y así sucesivamente, hasta llegar al número de ocho torres (…) En la última torre se encuentra una capilla, y dentro de ella una gran cama magníficamente dispuesta y al lado una mesa de oro. Nadie pasa allí la noche salvo una mujer (…) a quien entre todas escoge el Dios. (…) También dicen los sacerdotes caldeos, aunque yo no les doy crédito, que el Dios desciende por las noches y duerme con ella.

En los Cazafantasmas tenemos un zigurat (el edificio de Ivo Shandor) que en su “última torre” tiene una cama (bueno, no es una cama precisamente, es un altar, pero es utilizada como cama por Vinz y Zuul) donde Babalon/Babilonia tiene relaciones carnales con una divinidad caldea…



¿Aykroyd y Ramis estarían leyendo a Heródoto de Halicarnaso mientras estaban escribiendo el guión de Ghostbusters? Poco probable pero no imposible. Aunque creo que la influencia no vino del propio Heródoto: es altamente probable que Dan Aykroyd (considerando sus gustos literarios – ver Primera Parte) hubiera leído ese párrafo de los Nueve Libros de la Historia en el libro de un ufólogo. John A. Keel no solo reproduce ese fragmento de Heródoto, sino que toma el nombre de su libro directamente de esa cita: The Eighth Tower, La Octava Torre (reeditado no hace mucho por Reediciones Anómalas). Dice Keel allí:

Una vez arrastré mi cuerpo hambriento y arruinado a través del desierto de Irak hasta el lugar donde había estado Babilonia para contemplar la pared donde una vez escribió el dedo en movimiento, y me paré frente al montón de escombros que una vez fue, supuestamente, la Torre de Babel.



Aquí Keel procede a citar el fragmento de los Nueve Libros de la Historia de Heródoto que copié más arriba, y luego continúa:

“Aunque yo no les doy crédito”. Obviamente Heródoto no sabía mucho sobre dioses cachondos; estaban engendrando por todas partes. Cada cultura desarrolló reglas y prácticas diseñadas para alimentar con hermosas jóvenes vírgenes a dioses enloquecidos por el sexo. La universalidad de estos mitos subidos de tono y sacrificios extraños debería hacernos reflexionar y preguntarnos si tal vez no había algo de “verdad” en ellos. Los babilonios creían lo suficiente en las prácticas sexuales sobrehumanas como para dedicar su tiempo, esfuerzo y valiosas materias primas a la construcción de ese lugar de encuentro cósmico, dotándolo de muebles de oro. Se construyeron torres similares, o pirámides escalonadas, en todo el mundo. Se pueden encontrar en China, México, América del Sur, el norte de Europa e incluso en islas remotas del Pacífico. Por lo general, en sus cimas se encontraba un templo o una cámara especial. ¿Fueron éstos, como la Torre de Babilonia, utilizados para seducciones cósmicas?

 

Hay otra cosa que me pareció significativa. Keel señala el “hambre de oro” que parecen tener “los dioses”

El uso generalizado del oro en artefactos religiosos puede tener una importancia especial. El oro es un metal inútil. Es demasiado blando para usarlo en herramientas o utensilios de cocina. También es raro y difícil de extraer, especialmente para los pueblos primitivos. Pero desde los tiempos más remotos el oro fue considerado un metal sagrado, y a los hombres que se encontraban con los dioses se les ordenaba que se lo proporcionaran. Una y otra vez la Biblia nos cuenta cómo se ordenó a los hombres que crearan objetos de oro macizo y los dejaran en las cimas de las montañas donde los dioses pudieran alcanzarlos. Los dioses estaban hambrientos de oro ¿Pero por qué?

El oro es un excelente conductor de electricidad y es un metal pesado, cercano al mercurio y al plomo en la escala atómica. Podríamos simplificar las cosas diciendo que los átomos de oro, elemento 79, están muy juntos. Si los dioses antiguos eran reales en algún sentido, es posible que provinieran de un continuo espacio-temporal tan diferente al nuestro que su estructura atómica fuera diferente. Podían atravesar paredes porque sus átomos podían atravesar los átomos de la piedra. El oro era una de las pocas sustancias terrestres lo suficientemente densas como para que pudieran manipularlas. Si se sentaran en una silla de madera, se hundirían a través de ella. Necesitaban muebles dorados durante sus visitas.

Si bien, en Ghostbusters no se menciona el oro con referencia a la estructura del edificio, sí se mencionan “vigas remachadas con núcleos de selenio puro”. Si bien el selenio no es un metal pesado (de hecho, no es un metal sino un elemento químico) y no posee la densidad del oro (la densidad del selenio es de 4790 kg/m3, mientras que la del oro es de 19.300 kg/m3), sí es un excelente conductor: posee un efecto fotoeléctrico, convirtiendo la luz en electricidad, y, además, su conductividad eléctrica aumenta al exponerlo a la luz. Vaya uno a saber de dónde tomaron los guionistas la idea de las vigas remachadas con núcleos de selenio puro, pero la característica del selenio de convertir la luz en electricidad es verdaderamente intrigante – sobre todo considerando que Gozer lanza rayos eléctricos de las manos. Tal vez Gozer necesitaba vigas remachadas con núcleos de selenio puro durante sus visitas.

 


Como referíamos anteriormente, el nombre Babilonia deriva del semítico Bab-Il, que significa “la puerta de Dios” y Crowley decía haber cambiado “Babilonia” por “Babalon” (al igual que cambió magic por magick) para darle un sentido gemátrico específico. En el Apocalipsis, el griego original es Βαβυλὼν, cuya suma – utilizando la isopsefía griega – da 1285, número que para Crowley no tenía un resultado significativo. La ortografía corregida de Crowley es Βαβαλον que suma 156. Este sí era significativo para el ocultista inglés, ya que es la cantidad de letras que contienen cada una de las tabletas enoquianas recibidas por John Dee (12 columnas por 13 filas).



Crowley se refería al número 156 como el de la “Ciudad de las Pirámides”, donde los iniciados pasarían la “Noche de Pan”. Babilonia era conocida por sus zigurats, las pirámides escalonadas construidas para que los dioses descendieran y los humanos ascendieran, que sirvieron de modelo para la Torre de Babel bíblica, también inmortalizada en el arcano XVI del Tarot.



Acá es donde me voy bien al pasto:

El arcano XVI del Tarot es llamado generalmente “La Torre”, pero su nombre en el tarot francés del siglo XVII es La Maison-Dieu, la Casa de Dios (¿o la Casa del Dios?). La figura muestra a una torre rematada con una corona, que es derribada por un rayo divino que la golpea, mientras dos figuras humanas (generalmente un hombre y una mujer) caen desde la azotea.

Ahora tomémonos un momento para contemplar el mismo Arcano, pero en la versión del Tarot de Rider-Waite. Hay una escena de Ghostbusters que es casi idéntica:

 


Tal vez no se aprecia mucho en el anterior fotograma del film, pero la azotea del edificio del 550 Central Park West ¡también está rematada por una corona!

 


Bienvenidos al pasto: Dana vive en el piso 22; si se toman el trabajo de contar la cantidad de “llamitas” o “chispas”, esas pequeñas figuras amarillas con forma de letra yod que hay en la versión de la Torre del Tarot de Rider-Waite, van a descubrir que son… ¡22! Los Arcanos Mayores del Tarot son 22, al igual que los senderos del Árbol de la Vida de la Qabalah, y que los 22 senderos qlifóticos del Árbol de la Muerte, los cuales – si recuerdan de la entrada anterior –, Kenneth Grant decía que se activaban mediante ritos de magia(k) sexual, como el que precisamente realizan Zuul/Dana y Vinz/Louis en lo alto de “La Torre de Babel/Babalon”.

 


Piso 22

22 llamitas

Cae la Corona

Aquí parece repetirse el patrón que señalábamos antes (ver Segunda Parte): el reemplazo de lo sagrado por lo técnico. La destrucción de la torre de Babel fue obra divina, sin embargo en Ghostbusters la Torre no es destruida por un relámpago celestial, sino por los rayos de protones de los Cazafantasmas.



--------------------------------------------------

“La puerta se abre para ambos lados”

En la terraza del edificio, después de abrir la puerta interdimensional, Dana/Zuul y Louis/Vinz se transforman Perros del Terror justo cuando llegan los Cazafantasmas. Gozer aparece en forma femenina (que recuerda a una mezcla de Ziggy Stardust con Grace Jones) y Ray intenta razonar con ella. Cuando esto falla, Gozer ataca, lo que obliga a los Cazafantasmas a intentar atraparla, pero ella se desmaterializa. Su voz incorpórea exige que los Cazafantasmas “elijan la forma del destructor”. Ellos tratan de poner sus mentes en blanco, pero Ray recuerda involuntariamente al logo de los malvaviscos que comía en los campamentos de su infancia, y Gozer reaparece en la forma de un gigante de malvavisco, “Stay Puft”, que comienza a destruir la ciudad. Egon le dice a sus compañeros que ignoren su consejo anterior y crucen sus rayos de protones en el portal de Gozer. La explosión resultante destruye al hombre de malvavisco, el portal se cierra y Gozer es desterrado de esta dimensión. Los Cazafantasmas rescatan a Dana y Louis de los escombros y son recibidos en la calle como héroes.

 


Detalle de color: después de haberla visto docenas de veces, recién en esta última revisión me di cuenta de que hay un “presagio” del arribo del Hombre de Malvavisco durante la primera experiencia paranormal de Dana en su cocina:

 


Continuará

 

viernes, 1 de marzo de 2024

Algunas notas sobre Ghostbusters (1984) Tercera Parte

 



Por Mazzu

 

Tercera (!?) parte de estas notas sobre los Cazafantasmas… ¿No se aburrieron ya de mi cháchara? (Ver Parte I, y Parte II)

 

I believe it’s Magic(K)

Al día siguiente de las posesiones y la mar en coche, Walter Peck (del EPA), acompañado por un oficial y un obrero municipal, obtiene una orden judicial para cerrar la red de contención y, al no poder detenerlo, los muchachos huyen del cuartel de los Cazafantasmas mientras la red colapsa y miles de fantasmas son liberados e inundan la ciudad, musicalizado magistralmente con la canción Magic, de Mike Smiley.

Paréntesis para una breve anécdota personal: me regalaron el cassette de la banda de sonido de Ghostbusters en 1985. Lo adoraba, y realmente lo gasté de tanto darle matraca en mi walk-man Sony azul grande como un ladrillo. Este tema, Magic de Mike Smiley, era uno de mis temas favoritos... siempre me gustó y siempre me llamó la atención que son como dos canciones distintas unidas en una sola: la primera parte estilo power pop, luminosa, cálida; pero a partir del minuto 2:20, se vuelve una especie de electro post-punk oscuro, frío, fantasmal. Esta última parte es la que aparece en la película, en la escena de invasión de fantasmas, la primera parte bien, gracias. Es interesante también la historia de Mick Smiley, el músico que compuso el tema...

 

Magic – Mick Smiley

Bien, volviendo al tema, la explosión de energía sobrenatural hace que Zuul se despierte en su cama y deja en libertad a Vinz Clortho, que regresa al 550 de Central Park West, donde se une con Dana/Zuul en un beso apasionado.



Desde que vimos el efecto que produce la posesión de Zuul en Dana, podemos inferir que la naturaleza del ritual para abrir el portal a Gozer el Destructor, que la “Guardiana del Portal” debe realizar con “el Maestro de la Llave”, es de naturaleza netamente sexual. El diálogo entre ella y Venkman sirve de ejemplo:   

Zuul: te quiero dentro de mí

Venkman: sí… no, no puedo. Parece que tú ya traes a dos personas adentro, ¡estaríamos muy apretados!

Recordando que Ivo Shandor, el constructor del edificio, había formado una sociedad secreta para adorar a Gozer, la idea de los ritos de magia sexual, unidos a la orden secreta nos trae a la memoria los grados superiores (grados VIII°, IX° y XI°) de la O.T.O, la Ordo Templi Orientis. La O.T.O., una sociedad secreta ocultista hermética de estructura masónica, había sido fundada alrededor de 1902 por los ocultistas alemanes Carl Kellner y Theodor Reuss. Se la asocia muy a menudo con Aleister Crowley porque el mago inglés tomó el control total de la Orden en 1925, dos años después de la muerte de Reuss. La historia de cómo Crowley trabó relaciones con la O.T.O. la relata Robert Anton Wilson de manera muy graciosa en un artículo publicado originalmente en The Realist (de Paul Krassner) en varias partes, entre septiembre de 1971 y abril de 1972:

En 1912 la Bestia se convirtió en el jefe inglés de la Ordo Templi Orientis. Esto ocurrió de una manera muy interesante: Theodore Reuss, director de dicha Orden en Alemania, había ido a implorarle que dejara de publicar los secretos de su Orden en su revista, Equinox.

La Bestia (que había estado publicando algunos de los secretos de los Rosacruces ingleses – aunque no se trataba de eso) se quejó diciendo no sabía nada acerca de la O.T.O. y sus misterios. Reuss entonces proclamó que la Bestia lo sabía, aunque lo hubiera descubierto de forma independiente, y que debía aceptar la membresía del noveno grado con los compromisos y responsabilidades que ello acarreaba.

La Bestia, que ya era un masón de grado 33 gracias a un amigo de la Ciudad de México, aceptó - y descubrió que su “nuevo ritual” para invocar el Santo Ángel de la Guarda era el secreto más celosamente guardado de la Ordo Templi Orientis.

Los secretos de la orden eran de tenor sexual, y en Cosmic Trigger I, Wilson profundiza más sobre el tema:

Siempre vuelvo a El Libro de las Mentiras porque Crowley afirmaba que en alguna parte de ese libro había revelado el secreto interior de la masonería y el iluminismo, codificado para que sólo las personas con “discernimiento espiritual” fueran capaces de descifrarlo (…)

Crowley nunca se refiere directamente a estas prácticas sexuales en sus libros, sino sólo indirectamente mediante códigos, juegos de palabras, metátesis, acrósticos, simbolismo oscuro y con todo tipo de indirectas. Comencé a comprender esto, como mencioné anteriormente, mientras estaba leyendo el capítulo 69 de El Libro de las Mentiras, que se llama “The Way to Succeed – and The Way to Suck Eggs” (La Manera de Triunfar y la Manera de Chupar Huevos). Como es costumbre con Crowley, el número de capítulo se relaciona con el tema (generalmente en forma cabalística, pero en este caso vía jerga sexual). El título es un típico juego de palabras crowleyano (the way to suck seed - la manera de chupar simiente...). El capítulo describe el descenso de la paloma en Pentecostés — llamado “El don de Lenguas” (!) por los teólogos cristianos — pero también puede leerse como una descripción de Crowley y su amante (llamada Laylah en el texto) dedicados al sexo oral mutuo.


¿Por qué traigo a colación a Crowley en medio de una entrada sobre los Cazafantasmas? Bueno, sinceramente esto tal vez es otra de esas cosas que no sé si son sincronicidades o referencias deliberadas. La cuestión es que el sistema thelemita ideado – o recibido – por Crowley propone que la unión de dos fuerzas complementarias, la Bestia (masculino) y la Mujer Escarlata o Babalon (femenino), provocarán la llegada del Nuevo Eón, el Eón de Horus, el Niño Conquistador. La idea de la película de que la unión entre Vinz Clortho y Zuul va a provocar la llegada de Gozer, y – por ende – una nueva era, parece una mímica del sistema de creencias crowleyano. Repito: no sé si Aykroyd y Ramis hicieron esto deliberadamente o es una mera sincro, pero los elementos están ahí.

Entre marzo y abril de 1904, en El Cairo, Crowley junto a su primera esposa Rose Kelly afirmó haberse puesto en contacto con una entidad llamada Aiwass que le dictó el ahora afamado Libro de la Ley, el Liber AL vel Legis, donde se establecía que el mundo estaba entrando en una nueva fase de evolución espiritual, el Eón de Horus. La era previa había sido el Eón de Osiris: la era patriarcal del dios asesinado y resucitado; y la era anterior al Eón de Osiris había sido el Eón de Isis: la era matriarcal de la reverencia a la Diosa Madre. El presente Eón de Horus, dice Crowley, será la era del Niño Conquistador, una era de destrucción y caos para luego acceder al crecimiento espiritual. Caos y destrucción, seguidos de armonía y equilibrio.

Venkman: ¡esta ciudad va directo a un desastre de proporciones bíblicas!

Alcalde Clotch: ¿pero por qué lo llama bíblico?

Stantz: está hablando del Viejo Testamento señor comisario, de la ira real de nuestro Dios, ¡fuego y azufre cayendo del cielo! ¡ríos y mares hirviendo!

Spengler: ¡40 años de oscuridad, terremotos, volcanes!

Zeddemore: ¡los muertos saliendo de sus criptas!

Venkman: ¡sacrificio humano! ¡perros y gatos viviendo juntos, la histeria!

 


Horus, en la mitología egipcia es considerado el dios de la guerra, el Destructor, como Gozer. La venida del Eón de Horus, en la cosmovisión thelemita, es precedida por la unión de la Bestia y la Mujer Escarlata – y la llegada de Gozer es precedida o provocada por la unión de Vinz Clortho y Zuul, que está adecuadamente vestida de escarlata.

 


Cuando esta unión sexual ocurre y se abre el portal, vemos que Gozer es una criatura hermafrodita (o eso se insinúa): el Eón de Horus es igualmente hermafrodítico; luego del eón femenino de Isis y el masculino de Osiris, llega el niño Horus que – según Crowley – no es ni macho ni hembra. La Mujer Escarlata es llamada Babalon, esto es por Babilonia, la Ramera que “monta” (justamente) a la Bestia en el Apocalipsis de Juan de Patmos.

Hablando de guardianes de llaves y de puertas, el nombre Babilonia deriva del semítico Bab-Il, que significa “la puerta de Dios”. Como sucede con casi todas las ciudades sagradas, los babilonios creían que la suya se hallaba en el centro místico donde está la puerta entre los mundos superior e inferior. Crowley decía haber cambiado “Babilonia” por “Babalon” (al igual que cambió magic por magick) para darle un sentido gemátrico específico, que abordaremos más adelante.

Pero esto de rituales sexuales para abrir portales nos remite, más que al propio Crowley, a dos de sus acólitos: Jack Parsons y Kenneth Grant.

Jack Parsons

Jack Parsons (1914-1952) fue un ingeniero espacial, químico y ocultista thelemita estadounidense. Parsons fue uno de los principales fundadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) para el Instituto de Tecnología de California (Caltech). Inventó el primer motor de cohete que utilizaba un propulsor compuesto moldeable y fue pionero en el avance de los cohetes de combustible líquido y sólido. En 1939, después de leer Konx Om Pax de Crowley, se interesó por la filosofía thelemita y se puso en contacto con la Logia Ágape de Los Ángeles, California. Entre 1945–1946 junto al futuro fundador de la Cienciología, L. Ron Hubbard, Parsons  realizó una operación mágica basada en la que se retrata en la novela Moonchild de Crowley. A su versión Parsons la denominó The Babalon Working (la Obra de Babalon), mediante la cual buscaba provocar la encarnación de la diosa Babalon en la Tierra. Permitió que Hubbard participara como su “escriba”, ya que lo creía altamente sensible a las fuerzas mágicas. La operación era una de magia sexual, pero no entre ellos dos, sino de Parsons en solitario. Como escribe John Carter en Sex and Rockets:

Esta “masturbación mágica” evidentemente se llevó a cabo frente al Escriba, es decir, Hubbard.

Después de realizar la Obra de Babalon, Parsons conoció a Marjorie Cameron, una ilustradora desempleada y ex militar de Marina. Jack la vio como la manifestación de Babalon que había invocado, y comenzó a realizar rituales de magia sexual con ella, que actuaba como su “Mujer Escarlata”. 


Marjorie Cameron como Babalon en Inaguration of the Pleasure Dome, de Kenneth Anger.

Cualquier similitud con Zuul es mera coincidencia (?)



Si bien Parsons murió joven y de manera trágica, su paso por la vida fue legendario. Robert Anton Wilson escribió una introducción muy ilustrativa en Sex and Rockets de John Carter, que traduje hace tiempo para el blog La Manzana Dorada.

Kenneth Grant

Kenneth Grant, fundador de la corriente Tifoniana de la O.T.O., conoció a Aleister Crowley en el Bell Inn de Buckinghamshire, poco antes de su muerte, en 1944. La Bestia lo contrató como su secretario y asistente personal, puesto que ocupó hasta que su familia, preocupada por la fama que tenía Crowley de ser “el hombre más malvado del mundo”, presionó al joven para que dejara el trabajo. Aunque continuaron manteniendo correspondencia, Crowley y Grant nunca volvieron a verse, ya que el primero murió en diciembre de 1947. En 1954, Grant fundó New Isis Lodge, con sede en Londres, a través de la cual desarrolló las prácticas thelémicas de Crowley, incorporando temas extraterrestres e influencias de la obra de H. P. Lovecraft.

Grant tenía sus opiniones sobre Jack Parsons. En Aleister Crowley y el Dios Oculto, escribe:

Trabajando con la fórmula de la magia(k) Thelemica, Parsons estableció contacto con seres extraterrestres del tipo de Aiwass. Desafortunadamente, perdió el control de las entidades que evocó y una de ellas, poseyendo a la mujer con la que trabajaba, le condujo a la autodestrucción. Esta compañera mágica afirmaba ser la encarnación de la Mujer Escarlata y (…) resultó ser demasiado para Parsons, quien halló en ella una llama devoradora. Durante este período de Operaciones mágico-sexuales Parsons estaba comprometido con la investigación nuclear y en 1952, él mismo estalló en pedazos cuando dejó caer un frasco de fulminato de mercurio. Los enemigos de la Orden usaron este incidente como prueba de la influencia satánica de Crowley, a pesar de que Crowley mismo había avisado repetidamente a Parsons de no comprometerse en el tráfico con entidades cuyas credenciales eran sospechosas.

En su libro Fuera de los Círculos del Tiempo, Grant especula que los rituales de Parsons abrieron una puerta que no volvió a cerrarse (el énfasis en cursiva es mío):

[La Obra de Babalon] comenzó en 1945-6, unos meses antes de la muerte de Crowley en 1947, y justo antes de la ola de fenómenos inexplicados de carácter aéreo llamados Platillos Volantes. Parsons abrió una puerta y algo entró volando; él supuso que era Babalón (…); otros han supuesto otras cosas, pero todos están de acuerdo en que algo inusual e inexplicable para las leyes humanas ocurrió en ese momento.

Describir el sistema de creencias de Kenneth Grant no es una cosa precisamente simple, ¡y menos aquí, en una nota breve que en realidad trata sobre los Cazafantasmas! Por eso basta con decir que se trata de un sistema mágico-sexual en la tradición del sendero de la mano izquierda, centrado principalmente en la figura del dios egipcio Set – a quien asocia con el Tifón de la mitología griega. La invocación de Set Triunfante en el clímax del rito/coito propiciaba la apertura de una Puerta entre este mundo y el próximo, un portal al Lado Nocturno del Árbol de la Vida, a lo que Grant llama los Túneles de Set.

Los 22 senderos “demoníacos” o “qlifóticos” – o Túneles de Set –, según Grant, se encuentran en lo que él denomina la Zona Malva, entre el reino de los sueños y el reino del sueño sin sueños (en sí mismo un estado de no dualidad). Son reflejos de los 22 senderos del Árbol de la Vida, sombras de esos senderos, que forman un Árbol de Sombra del cual Daath es la Puerta central. Su New Isis Lodge trabajó extensamente con los qliffot.

 

Ilustración del Árbol de la Vida y 
el Árbol Qlifótico como su reflejo negativo


Peter Levenda en su libro The Dark Lord: H.P. Lovecraft, Kenneth Grant and the Typhonian Tradition in Magic, donde compara la gran cantidad de similitudes entre los sistemas míticos de Crowley y Kenneth Grant con los cuentos de los Mitos de Cthulhu de Lovecrtaft, señala (y el énfasis en cursiva es mío)

Si los qlifot son senderos (Túneles de Set, como los llama Grant), entonces [la magia sexual] bien puede ser el combustible que permite recorrerlos, o la llave para abrir sus puertas.

¿Llaves y Puertas, eh? Luego que el Alcalde Clotch libera a los Cazafantasmas para que se ocupen de la situación, vemos que Vinz Clortho, “el Maestro de Llaves de Gozer” y Zuul, “la Guardiana de la Puerta de Gozer” claramente consumaron el acto sexual de manera ritual sobre un altar (acto no mostrado explícitamente, pero sí insinuado)

 

Notar el toque egipcio de los obeliscos...




…se abre el portal para dar paso a Gozer el destructor…

 


¿Son los Cazafantasmas una sátira velada contra los sistemas de creencias thelemitas y sistemas místicos aledaños? Aleister Crowley odiaba al espiritismo, de hecho, Cyril Gray y Simon Iff, protagonistas de su novela Moonchild (1917), se dedican en una parte a desenmascarar médiums fraudulentos, a los que Crowley describe con asco. En Moonchild escribe:

 La historia del espiritismo es la de tapar cada grieta de una habitación con masilla y luego dejar la puerta abierta de par en par.

Bien se puede dudar de que incluso el escritor más tedioso pueda describir una sesión con éxito. La gente generalmente tiene la idea de que hay algo emocionante y misterioso en ello. En realidad, se sabe que las personas que se jactan de su capacidad de disfrutar de su tercera noche consecutiva de insomnio rezan a su Hacedor por una muerte súbita al menos dos horas antes de que ocurra el primer “fenómeno”. Que te pidan que mantengas la atención incesantemente en cosas que no tienen el más mínimo interés o importancia intrínseca es absolutamente exasperante para cualquiera que esté por encima del nivel mental de una almeja.

Si Aykroyd, con su herencia espiritista (ver Parte I), leyó pasajes similares a este en la obra de Crowley, seguramente se sintió ofendido ¿Serán los Ghostbusters una "devolución de gentilezas” espiritista a los sistemas mágico-herméticos que rechazan el espiritismo con cierta altanería? Levenda en el ya citado The Dark Lord hace una comparación similar pero entre los sistemas místicos de Crowley, Parsons y Grant, versus la sobriedad racional de H.P. Lovecraft:

El Caos y Babalon son las puertas de entrada al Lado Oscuro, así como la sexualidad humana es una puerta de entrada a procesos inconscientes más profundos que funcionan – poderosamente – por debajo del horizonte del pensamiento, el cálculo y las conjeturas conscientes. Son fuerzas irracionales, que es la característica que más alarmó a Lovecraft: eran inmunes a la comprensión científica y sobria, del mismo modo que la inconmensurable inmensidad del espacio profundo queda fuera de la capacidad de contemplación de la mente humana.

“¡Mostremos a esta bruja prehistórica cómo hacemos las cosas en la ciudad!” espeta Venkman cuando los Cazafantasmas enfrentan a Gozer. Los sobrios, civilizados y racionales Cazafantasmas se enfrentan con “ciencia” a los locos degenerados y bárbaros Adoradores de Gozer… ¿parapsicólogos versus la Ordo Templi Orientis? ¿Espiritistas versus la Golden Dawn?

-------------------------------------------------------------------------------

Nota de color 1: tanto hablar de sexo, ¿alguien notó también que Ron Jeremy está entre los extras que atestiguan con sorpresa la explosión del cuartel de los Cazafantasmas?

 


Nota de color 2: las Torres Gemelas todavía se enseñoreaban sobre New York en la época de la película, y en una escena, el epicentro de la explosión de “energía psicokinética”, (como la llama Spengler) parece salir precisamente del World Trade Center donde está el actual Ground Zero.

 


Continuará

 

 

 

jueves, 29 de febrero de 2024

Algunas notas sobre Ghostbusters (1984) Segunda Parte

 


Por Mazzu

Segunda parte de este… ¿análisis? – no, “análisis” suena demasiado pretencioso – digamos, reseña de fan. Ver Primera Parte.

 

Dana Barrett (Sigourney Weaver), del 550 Central Park West, tiene una experiencia paranormal en su departamento: huevos que saltan fuera de sus cajas y se fríen solos en la mesada de la cocina, y la aparición de un paisaje extradimensional en su heladera, dentro de la cual se ve un templo flotante con una bestia (un “Perro del Terror”) que pronuncia la palabra “Zuul”. Dana acude a los Cazafantasmas (a los que vio en una publicidad televisiva) y les pide ayuda. Los Cazafantasmas hacen algunas pruebas para determinar que no está loca mientras relata la experiencia. Venkman aprovecha la oportunidad para acercarse románticamente a Dana y la acompaña al apartamento. Usando un gracioso medidor electromagnético (el “Ghost Sniffer” u “Oledor de Fantasmas”), revisa el lugar y no encuentra nada en la sala principal ni en el dormitorio. Luego, Dana lo dirige hacia la cocina, donde encuentra huevos que se cocinaron solos en la mesada, pero tampoco obtiene lecturas significativas.

Primera captura

Mientras agotan sus últimos fondos al cenar comida china, Janine recibe una llamada de un cliente serio y hace sonar la alarma. Los Cazafantasmas corren, bajan por el tubo de bomberos, se visten y salen en el Ecto-1. Llegan al Hotel Sedgewick y el gerente del hotel les dice que están teniendo problemas con un fantasma residente. Después de encender con resquemor el equipo (que no habían probado adecuadamente antes, “cada uno lleva un acelerador nuclear en la espalda”), se separan para buscar al espantajo en el hotel. Venkman encuentra el fantasma (conocido como Slimer, o Pegajoso en Latinoamérica), que lo baña en ectoplasma. 



Spengler llama a Stantz para decirle que el fantasma está ahora en el salón de baile. Al intentar capturarlo, destruyen el salón haciendo tremendo batifondo (“¡por supuesto, serán totalmente discretos!”, había prometido Janine al cliente). Finalmente logran capturar al fantasma y se convierten en una sensación de la noche a la mañana, tanto en la ciudad de New York como en todo USA. A medida que aumenta la cantidad de llamadas, el equipo debe contratar a un cuarto miembro, Winston Zeddemore (Ernie Hudson). Su galopante popularidad atrae también al gobierno, en la figura de Walter Peck (William Atherton) de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por la sigla en inglés de Environmental Protection Agency). Llega al cuartel Cazafantasma tratando de inspeccionar las instalaciones de almacenamiento, pero Venkman no se lo permite.

Spengler está preocupado porque la cantidad de “energía psicokinética” de New York ha crecido a niveles alarmantes, y teme una oleada de fenómenos paranormales de proporciones colosales. Esa noche tormentosa, vemos cómo el edificio del 550 Central Park West atrae los relámpagos cual pararrayos.  Un par de gárgolas de piedra – llamadas “Perros del Terror” en el guión de Aykroyd y Ramis – toman vida.



En los 90s comencé a leer la obra de H. P. Lovecraft, y uno de los primeros libros que leí fue Los Mitos de Cthulhu, de Alianza Editorial, antología compilada por Rafael Llopis. Allí hay un cuento de Frank Belknap Long, colaborador y amigo de Lovecraft, llamado Los Perros de Tíndalos, que trata sobre unas criaturas interdimensionales que, si bien no son literalmente perros, “olfatean” y dan caza al desgraciado protagonista desde más allá del tiempo y el espacio hasta nuestra dimensión, cual sabuesos sobrenaturales. Desde que leí este cuento, no dejo de pensar que los Perros del Terror de Aykroyd y Ramis están inspirados en los Perros de Tíndalos de Belknap Long. Al comienzo del relato, a un amigo del protagonista incluso le llama la atención la mezcla de “ciencia y magia” que emplea el mismo, y exclama “¡me sorprende esta coexistencia de Einstein con John Dee!”, algo no muy alejado del universo de los Cazafantasmas con su mezcla de aceleradores de protones y espectros sumerios.


Dana entra a su departamento y habla por teléfono con su madre. Después de colgar, unas garras que salen de un sofá la atrapan y llevan a la cocina, donde Zuul la posee. Mientras tanto, Louis Tully (Rick Moranis), un contador residente del edificio, está en su fiesta de cumpleaños junto a sus clientes cuando un perro (también descrito como un oso y un jaguar, pero en realidad un Perro del Terror) ataca, y lo persigue fuera del edificio hasta un restaurante donde lo posee. Por cierto, si bien los comensales del restaurante ven y oyen gritar a Louis, nadie parece ver al Perro del Terror, insinuándose así que no es un ente totalmente físico.  

Peter va a visitar a Dana, que lo ha dejado plantado en su cita, y rápidamente se da cuenta de que ha sido poseída por Zuul, “la Guardiana de la Puerta de Gozer”, o “La Guardabarrera de Gozer” en Latinoamérica. Absolutamente cambiada por su posesión, Dana intenta seducirlo agresivamente, pero termina gruñendo ferozmente y levitando sobre su cama con frustración después de que él rechaza repetidamente sus avances.

Louis, igualmente poseído por Vinz Clortho, “el Maestro de Llaves de Gozer”, o el “Amo y señor de Gozer” en Latinoamérica, tambalea por Central Park, asustando a la gente y buscando a “la Guardabarrera de Gozer el Destructor”, hasta que encuentra un caballo de carruaje y lo confunde con el Guardián. Cuando el cochero le indica que el caballo solo tira del carro y el que hace los tratos es él, Louis responde con los ojos rojos y gruñéndole. Más tarde, la policía lleva a Louis al cuartel de los Cazafantasmas y le preguntan a Spengler si lo aceptaría, ya que muestra un comportamiento extraño. Egon reconoce que Louis está poseído. Más tarde, Venkman llama a Egon para contarle que Dana está poseída por Zuul, también conocido como el “Guardián”.

 


Una cuestión de Estatuas

Vamos ahora al tema estatuario. La película está repleta de estatuas. Desde el comienzo al final, ya desde la “dama de la antorcha” del logo de Columbia Pictures, representando a la “diosa” Columbia (una personificación femenina de los Estados Unidos de América) y su similitud con la Estatua de la Libertad (con un gran protagonismo en Ghostbusters II, 1989), a la mismísima primera escena de la película: lo primero que vemos son las seis estatuas del frente de la Biblioteca Pública de New York, figuras alegóricas que representan  a la Historia, el Romance, la Religión, la Poesía, el Drama y la Filosofía, diseñadas por el artista escultor Paul Wayland Bartlett y talladas por los Hermanos Piccirilli (renombrada familia italiana de escultores de mármol que tallaron muchas de las esculturas de mármol más famosas de los Estados Unidos incluido, en 1920, el colosal Abraham Lincoln del Lincoln Memorial, Washington, D.C., diseñado por Daniel Chester French).



Desde ese comienzo con las seis estatuas, mientras suena una música ambiental tenebrosa, la cámara se desplaza hacia abajo desde el cielo (¿descenso de lo etéreo a lo material?). Una bandada de palomas asustadas vuela como un mal presagio, y nos instalamos en la estatua del león, sobre la que se posan algunas palomas. Este león guardián (en realidad son dos, también diseñados por Paul Wayland Bartlett y tallados por los Hermanos Piccirilli) parece un presagio de las gárgolas “guardianes de Gozer”: el descenso de las palomas sobre el león como una alegoría del descenso de los espíritus que animarán a las gárgolas más adelante. Con una sola toma, de manera magistral, Reitman nos presenta el género del film (gracias a la música), nos da una ubicación geográfica – la ciudad de Nueva York – y también establece las bases para algunos tropos y temas que serán importantes posteriormente en la película. La arquitectura juega un papel significativo en Ghostbusters; la primera imagen de la película nos muestra la renovación en curso del frente de la Biblioteca que vaticina, de manera muy sutil, la importancia de la arquitectura y la construcción del edificio de Ivo Shandor.



Luego de la escena donde la bibliotecaria se topa con el espectro en los pasillos atiborrados de libros, aparece el logotipo de los Cazafantasmas (junto a la canción homónima de Ray Parker Jr.) sobre la nuca de una estatua frente al campus de la Universidad de Columbia. Es una escultura de bronce de Daniel Chester French (a quien ya mencionamos en conexión con los Hermanos Piccirilli) que se encuentra en las escaleras de la Biblioteca Low Memorial en el campus de la Universidad de Columbia, en el Morningside Heights de Manhattan, Nueva York. French diseñó la estatua en 1901 y fue instalada en septiembre de 1903. Es una personificación del Alma Mater, que representa a Columbia en su papel como institución educativa (otra vez Columbia… hmmm). Alma Mater es una expresión latina que significa “madre nutricia” y que se usa para referirse metafóricamente a una universidad, aludiendo a su función proveedora de alimento intelectual. La estatua le da la espalda al logotipo de los Cazafantasmas, un adelanto al hecho de que la institución académica que antes cobijaba a Venkman, Spengler y Stantz les dará la espalda en muy breve o, como decía Guillermo Nimo, por lo menos, así lo veo yo.



Reitman nos hace otro guiño con las estatuas: desde un plano superior nos muestra cómo la gárgola vigila a Dana cuando llega al edificio en taxi, luego de hacer las compras y justo antes de su primera experiencia paranormal en la cocina.



Estatuas que “cobran vida”

Hoy en día no se habla casi para nada de las estatuas animadas en el ámbito del ocultismo moderno, pero en la antigüedad, la antigüedad tardía, la edad media e incluso hasta en el renacimiento, era un “hot topic” del mundo esotérico.

Los papiros mágicos griegos (PGM, por la sigla en latín de Papyri Graecae Magicae) son una colección de textos, escritos la mayoría en griego antiguo (pero también en copto, egipcio demótico, etc.), hallados en los desiertos de Egipto, que contienen hechizos, rituales, conjuros y otras prácticas del sincretismo mágico-religioso del Egipto grecorromano y su área circundante con influencias religiosas griegas, egipcias, judías e incluso babilónicas y cristianas. La mayoría de los papiros datan del siglo I a.C. al siglo IV d.C., aunque algunos datan incluso del siglo VII. Allí encontramos – por ejemplo – en el Papiro V, cap. 8, una fórmula para “conseguir la animación de una estatua de Hermes”, donde el practicante, con los ingredientes especificados y la ayuda de “un niño puro”, debe moldear – durante un período astrológico puntual (“cuando la luna esté saliendo en Aries o Leo, Virgo o Sagitario”) – una estatuilla del dios mensajero, a la cual debía insertarle una fórmula mágica de “nombres Bárbaros” escrita en un papiro hierático y en la vejiga de un ganso para lograr la animación. La utilidad de esta estatua animada, nos dice desde el pasado el autor del fragmento del papiro, es la de obtener ayuda oracular de parte de Hermes: el dios manifestaría su oráculo a través de la figurilla. Muy parecido al golem hebreo, ¿no? Otro ejemplo llamativo (y que viene al caso, como veremos) es el del papiro XII, cap. 2, que lleva por título “Consejero Eros” y que busca la animación de una estatua de cera de Eros mediante un complejo ritual, utilizando el pneuma de aves asfixiadas – esto es, sacrificadas – a la imagen. Una práctica similar de animación de estatuas mediante la asfixia de aves describe Porfirio en su Vida de Plotino.



El pneuma era la sustancia conectiva entre cuerpo y alma, entre lo inmaterial y lo material… bastante similar a la idea del ectoplasma que tenían los espiritistas. Aristóteles mantenía la dicotomía platónica entre cuerpo y alma, pero consideraba un tercer intermediario: el espíritu – el pneuma. El pneuma es tan sutil que se acerca a la naturaleza inmaterial del alma; y sin embargo es un cuerpo que puede entrar, como tal, en contacto con el mundo material. Sin esta especie de “cuerpo astral”, cuerpo y alma serían completamente inconscientes uno del otro. El pneuma se aloja en la sangre, a través de la cual el alma transmite su vitalidad al cuerpo mediante el proton organon, el corazón. Gracias al pneuma conectivo de la sangre, el cuerpo abre al alma una ventana al mundo a través de los cinco sentidos; al pasar por el proton organon éste traduce el contenido de los sentidos a un idioma que el alma puede comprender: phantasia o sentido interno, el alma no puede captar nada del mundo que no sea convertido en una secuencia de fantasmas. En pocas palabras, parafraseando a Ioan Coulianuno se puede comprender nada sin fantasmas.

El proceso de “animar una estatua” es antiquísimo, y se remonta al antiguo Egipto, Caldea y la región mesopotámica en general. En el caso de los egipcios, la creencia era que el ba del dios habitaba en la estatua, lo que resultaba en la unión del ba del dios con su imagen, algo que los seres humanos también deseaban para sus seres queridos tras la muerte. Los textos de Edfu explican que “el dios descansa en su augusto santuario después de que su ba se une con la imagen de su ka. Los griegos, por su parte, llamaban empneumatosis al rito de animación de estatuas por el cual viene a ser ocupada por el pneuma del dios. Jámblico, en De Mysteriis, ataca estos ritos considerándolos de baja magia, y no de alta Teúrgia. Estas estatuas animadas tenían diferentes propósitos: guardianes o protectores (contra ladrones, contra daemones maléficos, contra enfermedades), oráculos o augurios (también para atraer fortuna) y otras más (atraer el amor, hacer que las personas obedezcan al dueño de la estatua, etc.)

Sarah Iles Johnston, de la Johns Hopkins University, en el excelente artículo Animating Statues: a case study in ritual (2008), escribe (el énfasis en cursiva es mío):

Eran creencias griegas y romanas que las estatuas poseían la capacidad de hacer cosas, en particular de proteger contra demonios, enfermedades, piratas y todo otro tipo de males. (…) los griegos y los romanos entendían que las estatuas estaban literalmente llenas de lo que representaban: que se suponía que las estatuas de dioses en realidad contenían a los dioses. Aunque griegos y romanos creían que los dioses podían entrar espontáneamente en sus estatuas y animarlas, desde los primeros tiempos frecuentemente también realizaban rituales para asegurar que se produjera la animación: rituales para asegurar que el dios estaría presente en la estatua en un momento dado para escuchar oraciones, recibir sacrificios y realizar acciones milagrosas.

Ahora, bien ¿cómo era una estatua animada? ¿Los antiguos creían que realmente tomaba vida y se movía y realizaba trabajos para ellos? No tan así. El autor Jeffrey S. Kupperman, en su libro Living Theurgy: A Course in Iamblichus’ Philosophy, Theology, and Theurgy, responde de manera adecuada a esa pregunta:

¿Qué es una “estatua animada”? El término evoca cualquier cosa, desde gigantes parecidos a golems hasta los animatrónicos de Disneylandia. La palabra latina “ánima”, de la cual se deriva el término alma, puede traducirse como aliento, vida, alma o espíritu. El ánima anima o da vida. La palabra griega pneuma también significa espíritu. Una estatua animada no es necesariamente una que se mueve, sino una que está animada o conectada a un vehículo pneumático de uno de los [dioses].

En una palabra, una estatua animada es una especie de talismán, una agalma en el sentido literal de la palabra (N del T: agalma, del griego, significa tanto estatua como santuario). Sin embargo, las estatuas de los dioses no son meros talismanes. Un talismán se crea para un propósito específico y cumple con esa aplicación particular. Es decir, un talismán está a las órdenes del teúrgo en su demiúrgica. Una estatua animada está a las órdenes del dios que la llena de pneuma. La estatua tiene alma y los teúrgos la llaman agalma empsychon, un santuario con alma.



Aquí voy a hacer un poco de trampa y me voy a adelantar en la trama. Resulta que Egon Spengler descubre – más adelante en la película – que el edificio donde habitaban tanto Dana como Louis, sito en el 550 de Central Park West, había sido construido por Ivo Shandor, un arquitecto que

“también era doctor, realizaba muchas cirugías innecesarias, y después de 1920 inició una sociedad secreta (…) “los Adoradores de Gozer”; después de la Primera Guerra Mundial, Shandor decidió que la sociedad estaba demasiado enferma para sobrevivir… ¡y no era el único, tenía casi mil seguidores cuando murió! Efectuaban rituales sobre la terraza; rituales extraños que pretendían simular el fin del mundo… ¡y ahora creo que está sucediendo realmente!”

Una trama muy lovecraftiana, ¿no creen? Por cierto, aquello de muchas cirugías innecesarias suena a manera implícita de decir que mató a muchas personas… recordemos que los sacrificios eran una forma de “fijar” el pneuma a las esculturas ¿Sacrificios para fijar el pneuma de Zuul y Vinz Clortho a las estatuas de las gárgolas? Muy probable. Y, por supuesto, el fragmento de Spengler, donde dice que los adoradores de Gozer “efectuaban rituales sobre la terraza; rituales extraños que pretendían simular el fin del mundo” nos remite a aquello que señalaba Sarah Iles Johnston en el artículo antes citado, que griegos y romanos efectuaban “rituales para asegurar que el dios estaría presente en la estatua”. Más adelante volveremos con el edificio en sí y su arquitecto Ivo Shandor. Regresemos a las estatuas.

Hay una escena efímera (dura sólo cinco segundos) que, sin embargo, a mí me parece realmente significativa. Está embutida dentro del montaje a modo de videoclip con la canción Ghostbusters de Ray Parker Jr. mostrando las diversas “atrapadas de fantasmas” de los muchachos en diferentes partes de New York y las tapas de las revistas más famosas con ellos como tema central. En una de esas tantas escenas, los dres. Stantz, Venkman y Spengler pasan frente a la estatua de Prometeo. Se trata de una escultura de bronce fundido dorado realizada por el escultor Paul Manship en 1934, ubicada sobre la plaza inferior del Rockefeller Center en Manhattan, Nueva York. En la breve escena, Venkman sostiene en alto una trampa para fantasmas humeante, mientras detrás se ve a la estatua de Prometeo sosteniendo – con la misma mano que Venkman – la llama humeante que robó del Olimpo. Venkman parece estar haciendo una mímica de la estatua.

 


Ahora, desde la visión cientificista de los Ghostbusters, la ciencia parapsicológica desplaza a la magia y la brujería, lo espiritual y lo sagrado es suplantado por lo tecnológico, los fantasmas no son atrapados por sellos o sigilos salomónicos y encerrados en botellas sino atrapados en circuitos electrónicos, redes eléctricas y trampillas automáticas; además de robarle el fuego a los dioses, Prometeo también enseñó al hombre la técnica: dominar el fuego, domesticar a los animales, construir barcos, observar las estrellas, usar y moldear los metales, dominar el arte de contar y escribir, y sanar sus dolencias. Y los Cazafantasmas, cual Prometeo robando el fuego sagrado, le quitan lo sagrado a lo espiritual y lo reemplazan con técnica.



Sigilos vs. circuitos


Gracias al testimonio de Louis, nos enteramos que él y Dana fueron poseídos por Vinz Clortho, “el Maestro de Llaves de Gozer” y por Zuul, “la Guardiana de la Puerta de Gozer el Destructor”. Gozer, en los Mitos de los Cazafantasmas, había sido adorado como dios por los hititas, mesopotámicos y sumerios alrededor del año 6000 a.C. Esta divinidad infernal no tenía género y podía asumir cualquier forma que quisiera. Vinz Clortho, y Zuul, sus mensajeros, eran adorados como semidioses, y eran heraldos de la destrucción y agentes principales de su llegada. Para que Gozer pudiera ingresar nuevamente en nuestra dimensión, el Guardián y el Maestro de Llaves debían abrir un portal.

Egon: Vinz, mencionó hace un momento que espera una señal ¿qué señal espera?

Vinz: ¡Gozer el Viajero! Se convertirá en una de las formas preelegidas. Durante la rectificación de los Vuldronaii, Gozer apareció como un gran y cambiante Torb. Después, durante la tercera reconciliación del último de los Suplicantes de Meketrex, eligieron la forma de un Sloar gigante. Muchos Shubs y Zulls supieron lo que era ser rostizado en las profundidades de un Sloar ese día, y no miento.



Con respecto a la posesión de Dana y Louis, hay un pasaje muy interesante en el ya citado Living Theurgy de Jeffrey S. Kupperman

Las descripciones de la posesión divina que ofrece Jámblico y la academia ateniense son similares a las de las estatuas con alma. Esto lleva a la conclusión de que el teúrgo poseído no sólo es en efecto, sino en realidad, un agalma con alma para el dios poseedor. Agalma significa tanto estatua como santuario, y en esto es precisamente en lo que se convierte el teúrgo poseído.

La animación del dios en el teúrgo se produce por los mismos medios que en una estatua. Al asociarse con las señales y símbolos de un dios en particular, orar a ese dios, contemplar su imagen divina, comer alimentos sagrados e invocar, el teúrgo se convierte en un [templo] viviente del dios. La diferencia es que el teúrgo tiene un alma racional y participa de la mente divina de una manera que los objetos inanimados y los animales no pueden.



No sé si Aykroyd tenía acceso a este tipo de literatura – a la teúrgia y a los PGM –, pero muchas cosas que transcurren en el guion parecen seguir pautas ocultistas muy específicas. Vemos aquí un patrón: la “animación de estatuas”, y la “posesión” después de que el soporte físico del espíritu se destruyera y éste quedara libre para ocupar un cuerpo humano. La misma duda me asalta con la escena de Prometeo: estoy casi totalmente convencido que se trata de una sincronicidad que solo yo veo de esta manera, pero ¿cómo demostrar que es una sincro y no algo deliberado cuando hay tantas cosas significativas “escondidas” en la peli?

Continuará…