¿Frankenstein
anti-Illuminati?
Por
Mazzu
Un
post de un contacto de facebook me recordó un fragmento de una entrada al blog de la Manzana Dorada de la lectura online de Illuminatus de Shea y Wilson donde analizábamos la idea
anti-Illuminati posiblemente contenida en Frankenstein
de Mary Shelley:
En
varias partes de Illuminatus los
autores hacen referencia a Frankenstein,
la novela de Mary Wollstonecraft Shelley. Específicamente, en la página 221,
leemos
La
noche del 2 de Febrero de 1776 era oscura y ventosa en Ingolstadt; en efecto,
el estudio de Adam Weishaupt parecía el escenario de una película de
Frankenstein, con sus ventanas traqueteando, las velas parpadeando, y las
sombras aterrorizantes que el viejo Adam proyectaba mientras iba y venía con su
peculiar paso tambaleante.
Si
bien Shea y Wilson refieren a la película y no a la novela, comparemos la
ambientación de esa escena de Illuminatus
con la escena del comienzo del capítulo IV de Frankenstein, cuando el Dr. Víctor finalmente logra dar vida a su
criatura:
Una
desapacible noche de noviembre contemplé el final de mis esfuerzos. Con una
ansiedad rayana en la agonía, coloqué a mi alrededor los instrumentos que me
iban a permitir infundir un hálito de vida a la cosa inerte que yacía a mis
pies. Era ya la una de la madrugada; la lluvia golpeaba las ventanas
sombríamente, y la vela casi se había consumido, cuando, a la mortecina luz de
la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos amarillentos y apagados. Respiró
profundamente y un movimiento convulsivo sacudió su cuerpo.
Ahora
bien, las similitudes entre Weishaupt y Frankenstein no culminan ahí: Víctor
Frankenstein en la novela de Mary Shelley había estudiado en la Universidad de
Ingolstadt, el mismo instituto donde Adam Weishaupt, fundador de la Orden de los
Illuminati, había dado clases. Pero esta locación particular tal vez no fue
fruto de la simple coincidencia: al parecer, Mary Shelley había utilizado esa
localidad como un símbolo.
Hay muchas y muy
variadas interpretaciones de Frankenstein, pero una que llamó mi atención en
particular fue la ofrecida por Vic Sage, profesor de la Universidad de East
Anglia, en Inglaterra:
La
criatura de Frankenstein se ha interpretado como un símbolo del pensamiento
revolucionario que recorría Europa en la década de 1790, pero que se había
esfumado en gran medida para el tiempo en que Shelley escribió la novela.
Algunos
críticos sostienen que el hecho de que la criatura no logre prosperar y el caos
que desata son evidencia de que Mary Shelley estaba en contra de las revoluciones
– a diferencia de sus padres radicales y de su esposo – y de que apoyaba el
orden tradicional.
Sin
embargo, mediante la aplicación de los valores modernos de la narrativa, es
evidente que las fallas se encuentran en el hombre, el creador, y no la
criatura
Al
parecer, Víctor Frankenstein personificaba una caricatura de su esposo, Percy
Shelley, como podemos leer en Mary Shelley: Her
Life, Her Fiction, Her Monsters de Anne Kostelanetz Mellor:
Al
colocar a Víctor Frankenstein en la Universidad de Ingolstadt, Mary Shelley
marcó aún más su asociación con las políticas radicales defendidas por Percy
Shelley en Queen Mab (1813).
Ingolstadt era famosa por haber sido el hogar de los Illuminati, una sociedad
secreta revolucionaria fundada en 1776 por el Profesor de Derecho Adam
Weishaupt, que abogó por la perfección de la humanidad a través de la
destrucción de las instituciones religiosas y políticas establecidas. Percy
Shelley había apoyado con entusiasmo los objetivos de Weishaupt (...) de
liberar a todos los hombres de la esclavitud impuesta por “la sociedad, los
gobiernos, las ciencias y la religión falsa”. (...) Ella percibía en Percy una
arrogancia intelectual o creencia en la importancia suprema de abstracciones
mentales que lo llevaron a ser insensible a los sentimientos de los que no comparten
sus ideas y entusiasmo.
Con
esto en mente, se puede ver a Víctor Frankenstein también como una caricatura
crítica de Percey Shelley y del propio Adam Weishaupt, un ‘Moderno Prometeo’
que intenta regalar la libertad a su criatura (las masas oprimidas por “las
instituciones religiosas y políticas establecidas”) y que su propio engendro se
rebela contra su creador, desatando el caos en una situación que se escapa de
sus manos. Una crítica conservadora a las ideas revolucionarias del Iluminismo,
o – como dirían Robert Shea y Robert Anton Wilson con el lenguaje de la Trilogía Illuminatus – una diatriba
neófoba contra la neofilia del Zeitgeist de la segunda mitad del siglo XVIII.
¿Shea
y RAW eran conscientes de todo esto al identificar a Weishaupt con
Frankenstein?
¿Fue
Mary Shelley una de las primeras escritoras anti-Illuminati?
Ilustraciones
de Bernie Wrightson
Que locura, no habia visto nada igual Esta fantastico.
ResponderEliminarQué maravilla. Ojalá vuelvas a realizar podcast son extraordinarios.
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