domingo, 14 de abril de 2024

Peronismo Esotérico (Parte 2)

 


Peronismo Esotérico (Parte 2)

Por Sirius Mazzu

 

Jose Lopez Rega, “El Brujo”

 

Es obvio que cuando uno escucha la conjunción entre “peronismo” y “esoterismo”, lo primero que le va a venir a la mente es la figura de José López Rega, apodado “el Brujo”. Personaje ineludible de la historia argentina, López Rega fue odiado y temido en partes iguales por ser el “guardián” o “filtro” de Perón, por ser el organizador de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), el sangriento grupo paramilitar cazador de “zurdos”, y – por supuesto – por su relación con el ocultismo, la cual le brindó su sobrenombre.

Hijo de Juan López y Manuela Rega, ambos españoles, López Rega nació el 17 de octubre (¡qué fecha!) de 1916, y desde niño sintió un profundo interés por temas espirituales y místicos. En su adolescencia trabajó como empleado en una tintorería y como vendedor ambulante; también jugó en la tercera de River Plate cuando tenía 19 años. A sus 20 y tantos fue cantor de boleros y canzonettas en los boliches. El 19 de junio de 1943 se casó con Josefa Flora Maseda Fontenla, con quien tuvo a su única hija, Norma Beatriz López Rega, nacida en febrero de 1945. En 1944 ingresó a la policía. En 1950 López Rega integró la guardia que protegía la residencia presidencial y conoció a Eva Perón. Marcelo Larraquy, en su libro López Rega. El Peronismo y la Triple A (2011), comenta:

El 27 de abril de 1950, de acuerdo con su legajo, López pasó a ser “agente adscrito de la custodia presidencial por solicitud del jefe de la misma” —el comisario Vindel— y, “por pedido de la señora esposa del Excmo. Señor Presidente de la Nación”, se ocupaba de custodiar la entrada de Agüero 2502 del Palacio Unzué y además compartía tareas administrativas con un empleado civil. Después de atravesar la puerta de entrada, había una pequeña oficina donde se recibían cartas para Perón y Evita y se solicitaban audiencias. También podía ingresar algún ministro o funcionario de jerarquía, que visitara el chalet presidencial, ubicado a cincuenta metros de la entrada. López tenía un acceso sólo visual al palacio del general Perón. Si las persianas del primer piso del palacio estaban abiertas, podía verlo trabajar en su escritorio, o podía observar a Evita, que caminaba por el parque en compañía de Atilio Renzi, el intendente, o de Francisco Molina, su chofer. Con frecuencia, Perón y Eva salían por el portón de la calle Austria para dar un paseo en auto por Buenos Aires.

Gracias a sus contactos de la Casa Rosada, López Rega trabó amistad con José María Villone, el director por entonces de Radio Mitre. Los efectos de la reunión fueron inmediatos. López cantaba en “La matinée de Luis Solá”, un programa muy popular: recordemos que eran épocas donde no había televisión y las familias se juntaban a escuchar a las estrellas radiales. Debido a su debut radial, López Rega decidió cultivar su voz con un profesor. Continúa Larraquy en el libro ya citado:

Por entonces, López ya hacía pública su apetencia por lo desconocido. A la madre de su profesor [de canto], a la que trataba siempre con mucha educación, en una oportunidad le sugirió que cambiara la disposición de los jarrones de porcelana china porque estaban afectando su personalidad, y otro día le recomendó que los tirara porque la estaban dañando. También solía explicarle que los colores de sus vestidos no estaban en armonía con los astros que predominaban cada día. Los lunes rige la Luna, y el color ideal es el blanco. El martes es el día de Marte, y se debe usar el rojo. El miércoles predomina Mercurio, y hay que usar el amarillo. Con esos mismos argumentos, años más tarde, conseguiría atraer el interés de Isabel Perón, la tercera esposa del General.


López Rega en su época de cantor


Resultó que la carrera artística de López Rega no remontó, pero descubrió que Villone, el director de Radio Mitre, compartía sus inquietudes espirituales y ocultistas. Villone había crecido en Corrientes y, al igual que su padre – funcionario de Ferrocarriles Argentinos – era masón. En sus extensas charlas místicas, según Marcelo Larraquy, Villone y López Rega

intentaban comprender las dimensiones de una Naturaleza invisible a los ojos del profano, y que contenía potencialidades que ni siquiera la ciencia era capaz de develar en su totalidad. En el Universo había infinidad de misterios. Pero en la escala de lo cósmico estaba la clave. López y Villone creían que los espíritus, a medida que encarnaran en sucesivos cuerpos, perfeccionarían las realizaciones mentales y morales de los hombres, y esa espiral evolutiva, los llevaría a ser buenos y benévolos como los grandes santos.

En determinado momento, Villone le dijo a López Rega que estaba necesitando una guía y le aseguró que él se la presentaría. Y le habló por primera vez de Victoria Montero. José López Rega conoció a Victoria Montero en la Navidad de 1951, cuando fue a su casa acompañado por José María Villone. Marcelo Larraquy, relata el encuentro de manera magistral en López Rega. El Peronismo y la Triple A, y lo reproduzco de manera completa porque me parece clave para entender ciertas cosas:

López se sentó en una silla frente a ella. La mirada de Victoria lo perturbó un instante, pero mantuvo la vista fija en sus pupilas. Rogó a Dios que esa mujer fuese su Maestro.

—Usted no está aquí por nada. Yo lo estaba esperando —dijo Victoria.

López se sintió honrado:

—Busqué por todos los medios a mi alcance el camino que me conduciría a usted. Seguí con paciencia y amor cada corriente espiritual, las orientales y occidentales, con un profundo respeto por el Ser Supremo. Siempre busqué al Ser Sobrenatural que diera paz a mi alma, que me diera su palabra iluminada, que me apartara de mis dudas, de mis sombras, y que colocara sobre mí el influjo de su poder. Busqué la elevación espiritual, la sabiduría, pero hasta ahora sólo pude aumentar mis conocimientos intelectualmente. Nunca pude satisfacer mi interior. ¡Tengo una gran sed espiritual! ¡Un sincero deseo de Verdad!

—Usted todavía no ha despertado su conciencia como servidor del Señor. Su conciencia todavía duerme. Ya encontrará su propia ley, no se impaciente. Es un proceso largo. Pero, si no lo logra, sepa que jamás trascenderá de su propia carne y morirá dentro de esa gran ilusión que es su cuerpo.

López dijo que quería elevarse para encontrar el camino del Señor. Le hizo una confesión:

—Hubo un tiempo en que, influido por la lectura de algunos malos libros, pensé que, con la sabiduría de mi mente y mi elevación espiritual, podía alcanzar una situación de privilegio sobre los seres humanos. ¡Hasta ese punto había llegado mi confusión! Creía que ya había hallado la suma de los conocimientos y sólo entonces me di cuenta de que no sabía absolutamente nada. Por suerte fui dejando de lado el ansia malsana de lograr un Maestro personal para que me otorgara sus poderes maravillosos, como si yo fuese alguien. Fue un tiempo de golpes y más golpes, de desazones e inseguridad, que me bajaron del trono de papel en que me había forjado.

—Usted tiene que prepararse para ser útil y responsable. No tendrá que ser falso ni mentiroso. Iniciará un camino que es duro, árido, pero debe mantenerse fuerte y paciente, y por sobre todo perseverante. Feliz de usted si prosigue el camino del espíritu.

López se sintió protegido:

—Gracias, yo siempre imaginaba que mi Maestro me estaría esperando. Quiero contarle algo que es triste pero me ha enseñado mucho. Cierto día, una persona que simbolizaba para mí un verdadero emblema enfermó de gravedad y falleció —López entrecerró los ojos—. Pido al Señor que le brinde paz, iluminación y felicidad... Para mí fue un choque interno en plena madurez de mi existencia que me hizo pasar de ser niño para convertirme en hombre. Hasta ese momento yo era simpático, irradiaba optimismo, pero luego se despertó en mí una clarividencia intuitiva que me mostró la faceta más egoísta de los seres humanos; fue una experiencia horrorosa ver la mentira y el desagradecimiento por doquier. Ahí perdí la risa fácil. Quiero decirle que mi alma fue templada en el dolor y ese fuego quemó mis entrañas...

—Esta es su familia, López —lo tranquilizó Victoria—. Aquí estamos todos hermanados desde hace mucho tiempo. Tendrá que trabajar mucho adentro para pulirse e ir mejorando. Pero recuerde siempre esto: el espíritu es todo.

López estaba convencido de eso, lo había leído mil veces, pero quiso escuchar la respuesta de la propia voz de la Madre Espiritual.

—¿Por qué el espíritu es todo? —preguntó sintiéndose un poco irreverente.

Victoria se lo explicó:

—Porque proviene del Eterno. Es la vibración, el magnetismo, la luz. El espíritu es la energía absoluta, la fuerza universal, la vida del éter en constante movimiento. Todo su cuerpo vive en el éter, irá hacia y volverá del éter siempre. Usted vive en constante evolución. ¿Sabe una cosa? Yo lo miro a usted y ¿qué veo?

—¿Qué ve? ¿Materia densa?

—Yo ya no sé si usted es de carne y hueso o es una manifestación astral. Lo miro a usted y veo millones de átomos y de partículas que lo envuelven como una nube y forman su personalidad total.

López la miró sin entender del todo. Victoria siguió.

—A partir del trabajo espiritual, en lo más recóndito de su ser, usted encontrará su propio átomo, el átomo madre. Ese no se puede dividir más. Es su totalidad. La chispa que nos insufló Dios en la Creación. Ese es su verdadero Maestro Interior. Su Cristo Interno. Hay quienes lo tienen muy pequeño, como escondido, y otros lo tienen más desarrollado. Cuando lo conozca, usted podrá alcanzar percepciones más sutiles, podrá percibir alguna radiación de la perfección suprema de Dios. Le aseguro que la sabiduría brillará en sus acciones. Ya lo verá. Usted no se desvíe. No traicione a su Cristo Interno. Ahí está su verdad.

—¡Esa será mi verdad! —repitió López entusiasmado.

—Sí, pero la verdad no se da. Usted tiene que llegar a ella.

López se quedó en silencio otra vez. Volvió a sentirse solo.

—No se preocupe si su mente no asimila estas enseñanzas. Poco a poco. Hoy estoy un poco charlatana. Su Ser Íntimo todavía está guardado y usted mismo se ocupará de encontrarlo. Yo apenas estoy poniendo una semilla, átomos de alta vibración espiritual, que algún día germinarán. Ahora dígale a Teresita que lo lleve a la habitación y recuéstese. Y empiece a meditar sobre todo lo que hablamos.

López se estaba retirando cuando Victoria lo llamó:

—Escuche bien esto. Si usted trabaja su espíritu podrá entrar en armonía con el Universo y se convertirá en un ser puro. Sus fuerzas ocultas serán una bendición para los demás. Podrá curar enfermedades, aliviar dolores del cuerpo y del alma. Pero nunca deberá abusar de sus poderes porque producirá mucho daño. Será una maldición para todos y también para usted. Ahora vaya...

En la casa de Victoria Montero, López Rega atestiguó y participó en las ceremonias de cánticos y mantras que realizaba el grupo: unas quince personas tomadas de las manos en círculo alrededor de una mesa que, bajo la guía de la Madre Espiritual, buscaban canalizar y manifestar la “Fuerza Universal y Cósmica, energía misteriosa, seno fecundo de donde todo nace”.

Luego de aquella Navidad, López Rega siguió visitando la casa de la Madre Espiritual, en vacaciones o francos acumulados de la policía o pasando parte de enfermo para llegar a Paso de los Libres. En la casa de Victoria, López Rega conoció la obra de Josefa Rosalía Luque Álvarez (Hilarión de Monte Nebo), y devoró La Civilización Adámica y los tres tomos de Arpas Eternas. Allí también conoció la literatura rosacruz, (por ejemplo, El concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel, que releyó varias veces), tratados sobre francmasonería, y en especial los libros de Arnold Krumm Heller, conocido como Maestro Huiracocha: un médico, militar, escritor, ocultista, y masón alemán, fundador de la Fraternidad Rosacruz Antigua (FRA). En el libro Astrología Esotérica (1962), el propio López Rega afirmará

Existen unos libros muy sencillos (al parecer) del famoso ROSACRUZ DR. A. KRUMM HELLER; ya creo haberlos leído unas cuarenta o cincuenta veces y siempre me enseñan algo totalmente nuevo


Arnold Krumm Heller


Arnold Krumm Heller nació en Alemania en 1876 pero ya de muy joven se fue a México. Se interesó en la espiritualidad y el ocultismo a través de las obras de Allan Kardec, Eliphas Levi, Papus, y Helena Blavatsky. Al declararse la Primera Guerra Mundial trabajó como espía para la inteligencia alemana y fue deportado a Berlín por autoridades británicas. Allí se unió a varias órdenes esotéricas y fraternales, incluida la Ordo Templi Orientis (OTO), y fue contemporáneo de Theodor Reuss (fundador de la OTO) y de Spencer Lewis (Imperador de AMORC). Conoció a Aleister Crowley – radicado en Berlín en esa época – quien lo influenció profundamente con sus conceptos místicos, y se ofreció a difundir su obra en Latinoamérica. Participó en la Masonería en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y en el Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Mizraím. En Perú recibió el nombre de Huiracocha, por el que sería conocido en los círculos esotéricos. Se relacionó con los círculos de poder mexicanos y ya en la década del treinta con el grupo de extrema derecha Los camisas doradas, y decía ver similitudes entre la “condición de mando de las razas aria y azteca”. Fundó la FRA o Fraternitas Rosicruciana Antiqua, habiéndose distanciado tanto de la O.T.O. y Spencer Lewis. La FRA mezclaba el sistema de grados masónicos con la cosmogonia teosófica, sumándole a esto prácticas de sexo libre y magia sexual. Krumm Heller murió en Marburg, Alemania, en abril de 1949, a la edad de 73 años. Víctor Manuel Gómez Rodríguez, más conocido como Samael Aun Weor, fue su discípulo; poco antes de la muerte de Krumm Heller, Samael Aun Weor tuvo una serie de visiones y experiencias espirituales que lo llevaron a sentar las bases de lo que después sería la Iglesia Gnóstica Cristiana Universal (IGCU). Los rituales de la IGCU proceden mayoritariamente de la FRA de Krumm Heller.

Si uno compara algunas páginas de los libros de Krumm Heller con algún fragmento de los de López Rega, verá que el estilo rimbombante y con los énfasis marcados con MAYUSCULAS del brujo parecen calcados de los textos del alemán.

Biorritmo de Krumm Heller a la izq. y Alpha y Omega de López Rega a la der.


Además de la literatura y las practicas esotéricas, la casa de Victoria Montero le brindó a López Rega un aporte muy significativo: contactos. Uno de ellos fue Dalton Rosa, un economista brasilero, gerente del Banco del Brasil y también masón. Rosa acudía frecuentemente a las meditaciones de la Madre Espiritual coincidiendo con López y trabando amistad con él. Dalton Rosa le sirvió a López Rega como puente con Brasil, y por su intermedio conoció a Claudio Ferreira. Ferreira era espiritista, practicaba la Umbanda y vendía sahumerios y medicinas homeopáticas en Rio Grande do Sul. Dalton Rosa lo había acercado a la Orden de los Rosacruces de Uruguayana. Escribe Marcelo Larraquy:

La amistad con Ferreira hizo que López cruzara la frontera y estableciera conexiones espirituales en el Brasil. Formó un grupo de amigos de edades y creencias bastantes heterogéneas. Se reunían en la casa del farmacéutico “Maneco” Dos Santos y en la de Milton Núñez de Souza, un librero rosacruz; también se acercaban al grupo dos periodistas locales. Hablaban de faraones, religiones secretas y sentidos ocultos del Universo, e intercambiaban técnicas para despertar las facultades del alma y ponerlas en el camino de Dios.

A su vuelta a la guardia presidencial, López comenzó a alardear de sus habilidades psíquicas frente a los otros custodios:

Una vez, dijo, había tenido una experiencia de mediumnidad con Eva Perón: había sido una noche, mientras cumplía sus tareas en la guardia, cuando recibió el llamado telefónico de un miembro de la Escuela Científica Basilio que lo instó a transferir a Eva Perón el espíritu de Jesús para aliviarla del cáncer que padecía, y le explicó cómo hacerlo. López tomó debida nota de las instrucciones y se acercó al palacio donde Evita dormía. En ese momento, sintió que alcanzaba la elevación espiritual y una percepción tan sutil que le permitió captar un mal pensamiento hacia la primera dama en la mente de un militar que pasaba circunstancialmente. Para desagraviarla, López lo insultó.

Ese mismo año, López recibió el primer castigo disciplinario por parte del intendente de la residencia, Atilio Renzi. El motivo fue la lectura de libros esotéricos en horario de guardia. Una versión proporcionada por el propio Renzi indica que López lo enfrentó: “Algún día voy a tener supremacía sobre Perón y vas a ver quién soy yo...”, le dijo.


López Rega en la década de 1950


Gran parte de lo que López Rega contó sobre esta época ha sido puesto en duda; muchos dicen que no conoció a Eva, que no tenía acceso a la pareja presidencial y que muchas de estas anécdotas son invenciones suyas, el frado de certeza que se asigna a algunas de estas afirmaciones varía de autor en autor. 

Eva Perón murió el 26 de julio de 1952, y esa noche una manifestación espiritista recorrió las calles de Buenos Aires con velas y antorchas. Victoria Montero envió una orquídea para que la colocaran sobre su ataúd. A Evita la velaron durante dos semanas. El doctor Pedro Ara se ocupó de embalsamar su cuerpo en el edificio de la CGT y allí quedó depositada, hasta que se construyera un mausoleo que sería más alto que la Estatua de la Libertad.


 

Continuará…

 

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