El Enigma 23, Reloaded
Por Mazzu
Hace poco, escuchando un
podcast español sobre discordianismo, descubrí que hablaban del “misterio del
23” y de una historieta relacionada al mismo, y que dicha historieta había sido
dibujada por Jack Kirby. Este es un dato erróneo, la historieta no fue dibujada
por Kirby, sino por un entintador suyo, llamado George Roussos. También un contacto italiano de Youtube me dijo que trató de encontrar el comic y no pudo hallarlo. Como traté este
tema en 2016 en una entrada al blog La Manzana Dorada en el marco de la lectura online que realicé de la novela Illuminatus de Robert Shea y Robert Anton
Wilson ese año, me gustaría tomar ese fragmento de la entrada y reproducirlo
aisladamente (ya que, en el contexto de la lectura semanal, ese segmento quedaba
un poco sepultado entre otras cosas del libro). Como en el podcast no me
citaron, asumo que no vieron esa entrada y tomaron la info errónea de otro
lado ¡Salve Eris!... Para evitar futuras confusiones (aunque eso no le guste a
Eris), decidí publicar el fragmento de manera aislada.
La lectura que seguíamos
en esa época era la del formato en pdf, así que verán que el número de página en
el post original no coincide con el que presento aquí, ya que lo aggiorné a la
edición de la Trilogía Illuminatus publicada en 2021 por Orciny Press.
En la página 213 (Orciny
Press), Simon – en su carta a Joe – hace mención del supuesto origen del
‘misterio del 23’; los lectores de RAW sabrán que Wilson ha tratado el tema de
manera extensa, sobre todo en Cosmic Trigger I; en un artículo titulado “El
Fenómeno 23”, publicado en el # 23 de la revista The Fortean Times, 1977,
Wilson ofrece prácticamente la misma explicación de su temprana obsesión por el
número 23:
Escuché
por primera vez del “enigma 23” por William S. Burroughs, autor de Naked Lunch,
Nova Express, etc. Según Burroughs, había conocido a un tal capitán Clark,
alrededor del 1960 en Tánger, que se jactaba de haber navegado 23 años sin
sufrir un solo accidente. Ese mismo día, la nave de Clark tuvo un accidente que
lo mató, junto con todos los pasajeros a bordo. Por otra parte, mientras que
Burroughs estaba pensando en este crudo ejemplo de la ironía de los dioses, esa
noche, un boletín en la radio anunció el accidente de un avión en Florida,
EE.UU. El piloto era otro capitán Clark y el vuelo era el #23.
Burroughs empezó a coleccionar “23” extraños después de esta horrible sincronía, y después de 1965 yo también comencé a hacerlo. Muchos de mis 23 más raros se incorporaron a la Trilogía Illuminatus que escribí en colaboración con Robert J. Shea entre 1969 y 1971.
Ahora: como bien dicen en
RAWIllumination.net, por más que he buscado información en internet sobre el
Capitán Clark y el infortunado vuelo 23, no he encontrado nada de nada. De
hecho, no he encontrado nada de info sobre Burroughs hablando del enigma del
23, y todas las notas que lo ponen a Burroughs como iniciador del ‘misterio del
23’, remiten a la misma nota de RAW de Fortean Times; incluso, ni siquiera he
encontrado referencias al 23 ni a ningún Capitán Clark en los libros de
Burroughs. Primero comencé a dudar del relato de RAW, y empecé a sospechar que
se trataba de otro recurso más de la Operación Jodementes.
Cut-up sin título; William S.Burroughs y Brion Gysin,
1965
Sin embargo, logré encontrar un artículo interesante de Heathcote Williams llamado Burroughs inLondon que parece confirmar la afirmación de RAW sobre Burroughs como iniciador del ‘enigma del 23’:
Bill
tenía una creencia inusual en el significado de los números y también en las
coincidencias, para las cuales tenía una especie de olfato.
Yo
iba en un taxi con él una vez por Brompton Road, cuando anunció que el número
23 era “el número de la muerte”. Expresé sorpresa, si no incredulidad, pero mi
reacción poco a poco fue transformándose en asombro cuando señaló el frente de
la tienda por la que estábamos pasando y luego dijo enfáticamente. “¿Ves eso?
Funeraria Kenyon... Ahora dime el número de la calle”. Efectivamente era el 239
de Brompton Road. Había un 2 y un 3 muy claros en la placa de calle de la
funeraria.
Entonces
Bill se inclinó hacia adelante y me pidió que le dijera cuál era mi número de
teléfono. Estaba viviendo en la oficina del Transatlantic Review en ese momento
y era 2389. 2 y 3 de nuevo. Todo esto fue dicho de la manera más inexpresiva, y
presentado como un hecho, sin los redobles de tambor de un prestidigitador
lector de mentes. Por último, preguntó, “¿Qué edad tienes Heathcote?” Tardé un
momento en responder “23”.
Concluyó
diciendo, “¡Cuidado con el 23!”. Fue desconcertante..
Al mismo tiempo, buscando datos en la web, me topé en flickr (no pongo el link en esta actualización porque está quebrado) con este interesantísimo cómic:
En el comentario del post, Terry McCombs,
quien posteó esta joya vintage, cuenta la misma historia: que según RAW,
Burroughs había sido el primero en notar ‘el enigma del 23’ a principios de los
60; McCombs agrega:
¿Así
que principios de los 60, eh? Y sin embargo, aquí, y en las tres páginas
siguientes, hay una variación sobre el enigma del 23 presentado mucho antes, en
el número de julio de 1952 de Black Magic Comics, para ser precisos, en una
historieta dibujada y entintada por George Roussos y escrita por un escritor
desconocido (¿también Roussos?)
De todo esto podemos
hacernos un par de preguntas: al no encontrar ninguna referencia histórica
sobre el siniestro del capitán Clark, ¿habrá Burroughs inventado el incidente –
tal vez – inspirado en el cómic de Roussos para contárselo de manera privada a
RAW? Burroughs se fue de Tánger para escapar de la adicción a la heroína; por
ende podemos inferir que su mente, en aquél momento – en la nebulosa de la
adicción primero, y con síndrome de abstinencia luego –, no estaba en la mejor
condición posible: ¿habrá Burroughs confundido el nombre del infortunado
capitán de la embarcación? En ese estado, y suponiendo que en algún momento
Burroughs hubiera visto el cómic ¿habrá confundido realidad y fantasía,
considerando la historia del cómic como algo que en realidad había sucedido?
¿Habrá RAW confundido el nombre del capitán que Burroughs le dijo, y por eso no
podemos encontrar info sobre el accidente? Si Burroughs nunca vio el cómic con
el avión estrellado, esta sería – sin dudas –, una de las sincronicidades más
escalofriantes del 23. La verdad es que no lo sé; esto solamente le suma más
misterio al de por sí misterioso “enigma del 23”...
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Si les interesa el tema, como corolario final a la cuestión, me parece propicio decir que con mi compa Chris Ge, en el podcast El Garage Hermético, hicimos un especial del número 23 donde volcamos mucha, pero mucha data que fuimos excavando profundamente en el origen del "Enigma 23"... por ejemplo, el caso de Wilhelm Fliess, psicólogo alemán amigo de Sigmund Freud y creador de la teoría de los biorritmos, que daba al número 23 una preponderancia significativa, y su posible influencia sobre Burroughs... dejo posteado el link a Youtube, pero pueden buscar el podcast también en Google Podcasts, en Ivoox y en Spotify...
¡Disfruten, y salve Eris!
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